Palabras de agradecimiento

 

Cierto es que la Guardia Civil son los ángeles de la guarda de todos nosotros, en nuestros pueblos y ciudades, en nuestros campos, en la carretera, en los mares, etc., pero hoy quiero referirme en particular a la unidad del SEPRONA y en particular, a los miembros de esta unidad pertenecientes al puesto de Munera (Albacete).

Quiero agradecer personalmente su servicio en la zona que tienen asignada, su abnegación y profesionalidad en su trabajo –que en definitiva es su vocación– y sobre todo quiero agradecer su tesón.

Parecerá una tontería, un caso puntual entre los muchos que ocurren todos los años, pero por tratarse de mi caso, para mí es especial, y no tengo por menos que agradecer públicamente a los guardias civiles del puesto ante citado la recuperación de una perra de raza “bretona” y de nombre “Chispa” que me fue sustraída o distraída hace cinco años y que, seguramente fruto, en parte de la suerte y, sobre todo,  del trabajo bien hecho y con tesón del SEPRONA de Munera, finalmente fue localizada y devuelta a su legítimo propietario.

Se trata de un perro, pero era mi perro, al que prácticamente crie a biberón, el que me dio malas noches de cachorro y grandes alegrías más adelante… Seguro que cualquier cazador sabe lo que quiero decir.

Aquellas noches pensando que el animal podía estar muerto, o mal cuidado, o que podía provocar un accidente de tráfico con las consecuencias que ello podría conllevar, etc. mil ideas –y ninguna buena– que se pasan por la cabeza de uno cuando piensa en el tema.

El tiempo invertido en adiestrar a tu perro, el tener que volver a empezar con otro cachorro… Pues todo eso se olvidó cuando hace un par de meses recibo la llamada de los agentes del SEPRONA comunicándome que habían localizado mi perra y que me la traían a casa. Y así fue.

Así fue como la profesionalidad, la insistencia, el trabajo bien hecho y la vocación de servicio de los miembros de la Guardia Civil terminaron con la localización y devolución de mi perra.

Creo que es de Justicia y no puedo hacer menos que agradecer públicamente dicha acción, por todo lo cual les dedico estas líneas, para el público y notorio conocimiento, del trabajo y dedicación de los agentes del SEPRONA.

 

Al Benemerito Instituto y en particular al SERVICIO DE PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA (SEPRONA).

 

José-Agustín Rabadán Picazo