La caza en la Media Veda 2019

La codorniz ha mejorado respecto a los tres años anteriores y la tórtola no se recupera

Con el título de “Meteorología esperanzadora en abril para acoger a las migratorias” elaboré el artículo del mes de mayo pasado, para hablar sobre las estimaciones de entrada y crianza de las dos migratorias que más preocupan: codorniz y tórtola, ya que la torcaz no nos aflige, porque casi se asegura cada año el éxito presencial de la mayor de las palomas.

El título de la meteorología se puso en mayo porque los 96 litros/m2 (mm) que cayeron en España en el mes de abril, ─ casi el 50% más de la media del siglo según la AEMET ─, nos hacían presagiar que podría ser buen año para recuperar la situación de la codorniz, que venía cayendo de manera muy acusada a partir de 2010 y 2011, que fueron dos años excelentes en capturas.

El agua de abril anima a la codorniz a criar pues presagia que en mayo nacerán sus pollos entre la abundancia de insectos que ‘revientan’ en cuanto sube la temperatura, a la vez que las flores y que son ambas imprescindibles para que los guarnigones medren adecuadamente. La codorniz este año ha frenado la caída consecutiva de los años anteriores. De haber seguido cayendo hubiera sido un desastre.

Con la tórtola la situación es más angustiosa pues solamente en tres comunidades hay capturas alentadoras e históricas que se mantienen: Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura.

La agricultura y sus tratamientos contra los insectos y las hierbas de octubre a mayo están reduciendo las esperanzas de dos especies: la codorniz que a pesar de su poder multiplicador se estaba resintiendo estos años anteriores y la tórtola que ya no cría ni aparece por la mayoría de las provincias españolas. Por eso requieren ser tratadas con más recato durante su estancia.

 

ESPECIES INCLUIDAS EN LA MEDIA VEDA.

Como conocéis, en la media veda o caza de verano, se permite cazar en casi todas las comunidades las aves clásicas migratorias: codorniz, tórtola y paloma torcaz. Además se caza la paloma bravía y dos córvidos predadores como son la urraca, muy presente por toda España y la corneja distribuida solo por el N de España donde tiene el mayor asentamiento en Castilla y León (50 a 55% de toda la población española), Galicia (15-20%) y Aragón (10-15%) (Salvador A. Morales M y cols. 2015) Se caza en este periodo también el zorro y en varias comunidades el conejo y en alguna el ánade real (azulón), que es la acuática más abundante y que en estas fechas de agosto hace dos meses que ya han mudado de pluma, pues la ‘mancada’ se presenta habitualmente en la segunda quincena de junio.

En la media veda se cazan esas tres especies migratorias de las que dos, codorniz y tórtola, van asociadas a los espacios agrícolas cerealistas y requieren gestión cinegética pues sus poblaciones, especialmente las de tórtola son escasas, mientras que la torcaz asociada al medio forestal cada año es más abundante. Esta paloma habría que incluirla ahora parcialmente en el medio urbano, pues una parte sustanciosa de ellas ocupan las coronas verdes y las calles y plazas arboladas de ciudades y pueblos.

Las capturas en el primer día de la media veda, según los datos recibidos, las reflejamos en síntesis por provincias, en la Tabla I, que se incorpora a este artículo.

 

Tabla I.- Capturas el primer día de caza de la media veda

 

CODORNIZ.- La codorniz ha estado entre bien y excelente en varias zonas de Burgos donde las capturas medias se han aproximado a la veintena; muy bien en León  con medias superiores a la docena y con algunas zonas donde llegaron también a veinte; bien en Palencia pero solamente en algunas zonas y bien en Soria, donde tras segar y haber abundancia las capturas  esperadas han bajado y se estiman en unas diez de media. En esas mismas provincias, incluida Burgos, en las zonas más al sur las capturas son tan precarias como en las otras cinco provincias de Castilla y León donde la percha media ha estado entre 1 y 0’5 capturas el primer día. En Aragón se ha dado bien en Zaragoza y muy desigual en Teruel. En Castilla la Mancha muy regular aunque faltan los datos de Guadalajara, que es la mejor provincia, pues en Albacete, como es histórico apenas si han visto alguna y en Ciudad Real se cazan muy pocas, pues tras la siega no se quedan. En Cuenca estiman una media de 5 capturas cazador. En Extremadura, Cataluña y Madrid ha ido mal la codorniz. En Tarragona la media veda se inició el 25 de agosto y no quedan ya en esa fecha. En Orense la caza controlada de codorniz es un ejemplo, tal vez cicatero de caza, en la zona de Xinzo de Limia. El cupo de diez por cazador lo hacen casi todas las cuadrillas y prácticamente todos los años; pues cada primavera les visitan más codornices. Este año estaba pleno en primavera y verano, según me comenta el delegado provincial de la Federación Gallega.

Con la codorniz y con todas las especies de la media veda o la caza menor, las perchas coinciden con las fluctuaciones poblacionales de cada año. En este año 2019 las capturas de codorniz han mejorado, pues ha habido un repunte positivo de la especie. La caída tan grande de capturas en estos años anteriores nos debe poner en prevengan con la caza de esta especie, pues la única gestión responsable de los cazadores en estas situaciones es frenar las capturas exageradas en aquellos lugares contados donde se concentran, que es lo contrario de lo que se viene haciendo. En cualquier caso, aunque dejáramos de cazar migratorias, las poblaciones irán a menos si no cambian a la vez algunas prácticas agrícolas actuales. Está comprobado que lo más peligroso para codorniz y tórtola no es la caza, si no los biocidas que solo respetan las tierras de algunas legumbres por exigencias de la PAC. También las prácticas agrarias actuales: siega temprana, recogida de paja inmediata y nocturna, arado de parcelas y demás. Esta sociedad debe buscar nuevas alternativas que no sean a cargo del agricultor para que las normativas: europea, nacional y autonómica impongan una agricultura menos agresiva con el medio, porque no son la codorniz, tórtola y perdiz las que caen, son todas las aves asociadas a los agrosistemas las que están desapareciendo. Y los grillos y mariposas, siempre tan bucólicos, que claudican antes.

Aunque no seamos los culpables principales, no hay duda que los cazadores tenemos que ajustar cupos y días de caza para hacer una buena gestión con los aprovechamientos sostenibles que requiere la codorniz y así dar una respuesta responsable con nuestra actitud ante la caída de capturas y por tanto de poblaciones en España del 35’4 % (551.883 codornices), que se ha producido en siete años, entre 2010 (1.558.330 capturas) y 2017 (1.006.497 piezas). Las tres comunidades con más capturas en España son: Castilla y León (44%), Aragón (20%) y Castilla la Mancha (10’34%). Las tres han tenido unas pérdidas de capturas superiores a la nacional.

Castilla y León es la comunidad puntera en codorniz con Burgos 1ª provincia de España, Soria 4ª, Palencia 5ª y León 6ª, en los cinco últimos años con tablas de capturas (2013-17). Esta comunidad ha tenido una caída en capturas de (239.008 codornices)= 36`4 % durante los siete últimos años controlados, desde 2010 (662.347) hasta 2017 (423.339).

En Aragón donde las poblaciones estimamos como las segundas de España y por tanto abundantes, especialmente en Zaragoza (la 2ª provincia en España 2013-17), parece que sería positivo para la especie poner un cupo adecuado pues en esta comunidad la disminución de capturas en esos años es del 43% (138.683 codornices) desde 2010 (324.034) a 2017 (185.351).

En Castilla La Mancha, la tercera en capturas, tienen en Guadalajara a la 3ª provincia codornicera de España con más de 80.000 capturas anuales, mientras que en Albacete no llegan a las 600 codornices cazadas al año. Esta comunidad en esos siete años ha disminuido las capturas en el 40’6 % (93.290 codornices), desde el año 2010 (229.500) hasta el 2017 (136.210). Estos datos de las tablas de capturas de los dieciocho primeros años de este siglo, han sido los recibidos o publicados por las consejerías afectas de todas las comunidades españolas (Garrido JL 2019).

Aunque haya sido una situación probablemente temporal, pues este año es bastante mejor que los tres últimos en capturas, entre los cazadores y los responsables de medio ambiente debe producir alarma ese declive en tan pocos años. La prudencia para el manejo de poblaciones con esta caída recomienda analizar por qué actualmente esas tres comunidades, donde se caza el 75% de las codornices, han tenido pérdidas de capturas superiores a la media nacional. Y está claro que no ha sido por la caza principalmente, aunque algunas perchas exhibidas no ayudan a creerlo.

A pesar de esos datos, que son públicos, en Aragón y Castilla la Mancha no tienen cupo de capturas de codorniz y en Castilla y León cazamos diecinueve o veinte días, cuatro por semana, sin duda excesivos y con cupos de veinticinco piezas/cazador que es una presión de caza poco sostenible, para una especie que viene resintiéndose notablemente en los últimos años. Los mazos de codornices o tórtolas exhibidos en todos los medios dan en estas situaciones una imagen fanfarrona de cazador de alforja, y poco solidaria con el gremio; además de argumento gratuito para quienes denuncian la caza ante la sociedad. Algunas federaciones hemos recomendado a los cazadores prudencia con las exhibiciones desproporcionadas. La esencia de la caza responsable requiere la solidaridad con la especie migratoria en primer lugar, y después con los cazadores de zonas de cría pero menos afortunadas en agosto, pues una parte sustanciosa de las codornices cazadas en esas provincias de concentración tras la siega, se han criado en todo el territorio nacional y han permanecido donde criaron hasta la siega. Otras se quedan y crían en Marruecos y bastantes regresan en setiembre desde Europa (aprox. el 16% se asocia entre los adultos del N y centro europeos) (Nadal J. y cols. 2012). Todas las procedentes de estos territorios nacional, marroquí y europeo se concentran en las zonas frescas españolas donde hay cereal de pie en julio y agosto, normalmente en estos santuarios aragoneses y castellanoleoneses y aunque las codornices se mueven constantemente, ya no se retiran de esas latitudes hasta su regreso hacía África, a primeros de setiembre.

Que el cupo de 25 sea idéntico todos los años en Castilla y León, cuando cada año es tan dispar y si además lo es para las nueve provincias parece un contrasentido. Cinco provincias: Ávila, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora tienen capturas anuales que sumadas son la mitad que las conseguidas en otras provincias. Esos cupos de cazador/jornada para cada año se deben ajustar a las poblaciones generadas en cada territorio, tal y como ordenan las normativas correspondientes, que sí que se pueden estimar y aproximar a través de protocolos de detección de codornices en varios cotos piloto con reclamo artificial en varias estaciones del coto y haciendo censos con perro de muestra en primavera. Si la caza en las cuatro provincias más codorniceras, aunque sea generosa no sobrepasa ciertos límites relacionados con las poblaciones de llegada, las codornices que regresan hacia África desde primeros de setiembre, lo hacen en mayor proporción y las que lleguen al Sahel serán más abundantes. Y ello en el conocimiento de que las codornices que llegan, se reproducen y cazamos pueden resultar entre unos años y otros con fluctuaciones superiores al 30%, hagamos lo que hagamos los cazadores cada año.

Para ser justos quiero recordar que cada año, en la segunda quincena de junio, salta hacia España una oleada sustanciosa de codornices que ha criado y nacido en Marruecos. En Marruecos se caza la codorniz en periodo hábil desde el 1 de octubre al 28 de febrero. El cupo es de 20 codornices.

 

TÓRTOLA.- En julio de 2018 escribí sobre lo que se avecinaba en este año respecto de la tórtola. Los datos eran evidentes. España se incorporó al proyecto europeo sobre la especie. Ver escrito citado en FEDERCAZA y Club de Caza: https://www.club-caza.com/articulos/articulosver.asp?na=958        

Con la tórtola, a pesar de que cada vez se ven en menos lugares y en menor cuantía se mantienen las capturas por caza en estos 18 años, aunque 2017 ha sido también el año más escaso del siglo. Esto puede ser porque la más pequeña de las palomas se caza más intensamente en lugares donde están concentradas, pues en la mayoría de las provincias cuando preguntamos las previsiones para la media veda, dan una respuesta muy negativa: cada vez hay menos. Hay que controlar esas tiradas de cupo limitado y de centenares de capturas, amparadas en cacerías simultáneas de tórtola y torcaz.

La tórtola ahora tiene un cupo muy prudente o veda en toda España. En las comunidades autónomas de Asturias (2001-02), Canarias (2011-12) y Cantabria (2013-14), está vedada desde esas temporadas citadas. La Comunidad Valenciana, así como la Diputaciones Forales de Álava y Guipúzcoa, han vedado su caza en esta temporada 2019-20. En La Rioja y el País Vasco las capturas son casi testimoniales.

Según me informan desde allí, la caza de la tórtola en Marruecos se realiza desde el 1 de julio hasta finales de agosto, cazando por semana cuatro días para extranjeros y dos para nativos. El cupo es de 50 capturas diarias por cazador, que es una burrada. Se cazan solamente las que crían en esa nación, pues en esas fechas, aún no han pasado las que vuelven desde Europa.

 

TORCAZ.- Esta especie salva la media veda en muchos cotos y provincias. Las capturas más abundantes se consiguen en el alfoz de las ciudades pues la torcaz hace hasta tres nidos anuales dentro de las zonas urbanas y salen a comer al cereal o al girasol fuera de la ciudad. La cría en el monte es también muy generosa. Es una especie que produce daños a la agricultura y de momento no requiere ninguna limitación excepto las que nos ponemos cada uno de los cazadores.